jueves, 13 de marzo de 2025

Jacobo 4:3 - ¡Yo le arrebato a Dios mi milagro! ¿Es esto Bíblico? - Andres Martinez




“Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
(Jacobo 4:3, RVR1960)

 

Una Moda Espiritual sin Fundamento

En muchas iglesias hoy, palabras como “arrebatar”, “decretar”, “declarar” y “visualizar” se han vuelto comunes. Las oímos en prédicas, conferencias, oraciones y hasta en canciones como “Yo arrebato lo que es mío”. Hay quienes “arrebatan” las almas de sus hijos para Cristo o “arrebatan” la riqueza que Satanás supuestamente les robó. ¿Por qué? Porque líderes enseñan que basta con decirlo para que Dios o el diablo suelten lo que “nos pertenece”. Pero esta práctica, aceptada como verdad por muchos cristianos, no es bíblica. Es una invención humana que distorsiona la fe y desafía la soberanía de Dios.

 

¿Qué Dice Mateo 11:12 en Realidad?

La base de esta doctrina suele ser Mateo 11:12: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo toman por la fuerza”. Algunos lo usan para justificar “arrebatar” milagros a Dios o pelear con el diablo por bendiciones. Pero saquemos el verso de su contexto y veamos qué dice realmente.

En Mateo 11, Jesús responde a los discípulos de Juan el Bautista, quienes preguntan: “¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?” (11:3). Los judíos esperaban un Mesías guerrero que restaurara a Israel como potencia militar y material, como en los días de David y Salomón (Marcos 10:35-37). Pero Jesús trajo un reino espiritual. Él señala Sus obras —sanar ciegos, predicar a los pobres— y exalta a Juan como precursor de ese reino (11:4-11). Cuando dice que el reino “sufre violencia”, no habla de conquistar cosas materiales, sino de la urgencia del evangelio. Lucas 16:16 lo confirma: “Desde entonces el reino de Dios es proclamado, y cada uno entra en él con violencia”. La “violencia” es el esfuerzo de arrepentirse y seguir a Cristo, no de “arrebatar” algo a Dios o al diablo.

 

¿Arrebatarle a Dios o al Diablo? Una Idea Absurda

Jesús nunca enseñó a “arrebatar” milagros. En Mateo 6:25-27, dice: “No os afanéis por vuestra vida… Mirad las aves del cielo… ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”. Dios provee sin que forcemos Su mano. En Mateo 7:11, promete: “¡Cuánto más vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que le piden!”. Y en Juan 15:7, asegura: “Si permanecéis en mí… pedid lo que queráis, y se os hará”. Esto es fe, no lucha. ¿Por qué “arrebatar” si Dios da generosamente a quienes confían en Él?

Tampoco hay base para “arrebatarle” al diablo. Satanás no tiene poder sobre lo que Dios nos da. En Job 1:11-12, Satanás solo toca a Job porque Dios lo permite. Jesús dijo a Pedro: “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Lucas 22:31), pero bajo el control divino. Si “todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre” (Mateo 11:27), ¿qué tiene el diablo que podamos reclamar? Nada. Pretenderlo es negar la soberanía de Cristo, quien nos asegura: “Nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28).

 

La Verdadera Violencia del Reino

Entonces, ¿qué significa “los violentos lo toman por la fuerza”? No es pelear por prosperidad, salud o un carro nuevo. Es la determinación de entrar al reino de Dios a costa de todo. Jesús dijo: “Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo” (Mateo 5:29); “No vine a traer paz, sino espada” (Mateo 10:34); “El que no carga su cruz… no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:27). Pablo lo entendió: “Todo lo tengo por estiércol, para ganar al Mesías” (Filipenses 3:8). Los judíos rechazaron este reino porque querían gloria sin cruz, como muchos hoy que “arrebatan” bendiciones sin aceptar el sufrimiento. El reino es una puerta estrecha (Mateo 7:13), y solo los “violentos” —los que renuncian al mundo— entran.

 

Una Doctrina Peligrosa

Cantar “arrebato lo que el diablo me quitó” o predicar que podemos forzar a Dios es un engaño. Jacobo 4:3 lo dice claro: “Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Esto no es fe; es egoísmo disfrazado de espiritualidad. Es el evangelio de la prosperidad, un cebo para atrapar a los incautos en falsas promesas. Job no “arrebató” sus bienes; bendijo a Dios en la pérdida (Job 1:21). Nosotros tampoco debemos hacerlo.

 

Descansa en la Soberanía de Dios

Amado lector, no necesitas “arrebatar” nada. Todo lo que tienes está en Cristo, comprado con Su sangre (Efesios 1:3). No luches con el diablo ni exijas a Dios; ora: “Venga tu reino, hágase tu voluntad” (Mateo 6:10). Confía en Aquel que sabe lo que necesitas (Mateo 6:8) y te sostiene en Su mano. Tu corona no está aquí, sino en los cielos. Vive para Él, no para tus deseos.

Gracia y paz.

3 comentarios:

  1. Muy buena la tesis. Estoy totalmente de acuerdo. Felicitaciones

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  2. muy buena enseñanza gracias es correcto

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  3. Gloria a Dios por tremenda enseñanza. Dios te bendiga siempre y continúes siendo de edificación al Cuerpo de Cristo. Hna Maribel Otero de Goitia

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