viernes, 6 de noviembre de 2015

¿El Manto o Jesús? ¿Sanidad o Salvación?




La mayoría de nosotros conocemos la historia de la mujer que estuvo enferma de flujo de sangre durante doce años, según lo narrado en Mateo 9:20-22, Marcos 5:25-34 y Lucas 8:43-48, la cual fue sana tras su encuentro con Jesús.

Ahora bien, en muchas oportunidades he escuchado a algunos predicadores narrar esta historia y enseñar sobre el hecho de que dicha mujer fue sana por tocar el manto del Señor”, pero ¿Qué hay de cierto en este enfoque? ¿La mujer fue sana realmente por el simple hecho de tocar el manto? ¿Fue sanidad lo que recibió o al menos lo más importante?, veamos que dice Mateo al respecto:

“Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás (a Jesús) y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.  (Mateo 9:20-22 RV1960)

Comencemos primero por lo primero, el enfoque sobre el hecho de sufrir ese azote por doce años:

1.- La aflicción de esta mujer no fue grave solo físicamente, también la mantenía impura permanentemente por razón ceremoniales.

“Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre.” (Levítico 15:25 RV1960)

Esto significa que debió haber sido rehuida por todos, incluyendo su propia familia y excluida de la sinagoga y el templo.

2.- Para la época era una práctica común en los casos de enfermedades graves, consultar a muchos y a diferentes médicos y recibir una gran variedad de tratamientos. Estos eran, con frecuencia, incompatibles entre sí, abusivos y por lo general, hacían empeorar la situación antes que mejorarla. Lucas (el médico) en el capítulo 8:43 sugiere que la mujer no pudo recibir ayuda porque su enfermedad era incurable.

“Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada.”
(Lucas 8:43 RV1960)

Bajo estos dos aspectos podemos hacernos una imagen más clara del sufrimiento de dicha mujer, el cual no era solamente corporal sino emocional, económico y social, PERO…

¿Qué tal en lo espiritual?... después de tantos años de sufrimiento, rechazo y desprecio cualquiera optaría por negar siquiera la posibilidad de la existencia de Dios, posición que ella nunca tomó:

Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.” (Marcos 5:27-29 RV1960)

 1.- La mujer había oído hablar de Jesús: Ella sabía quién era Jesús, no era un desconocido para ella, seguramente ya había escuchado sobre lo que Él predicaba y lo que estaba haciendo bajo el respaldo de Dios y Su Santo Espíritu, conocía el Poder que sobre Él reposa y lo que Él es capaz de hacer.

2.- Si tan sólo pudiera tocar su ropa, quedaría sana: Ella reconoció el Poder de Jesús y Su autoridad para sanar y sabía que tan grande es Su Poder, que no necesitaría más que tocar un pedazo de su vestimenta, ella sabía que no era necesario ningún ritual, palabra o acción para recibir el Poder de Dios, más que acercarse a Él lo suficiente para tocarlo.

3.- Cuando la mujer vio a Jesús, se abrió paso entre la gente: Luego de doce años de padecimiento, ella claramente sabía lo que es ser rechazada, aun por su familia, pero esto no la detuvo para llegar a Jesús, ella no permitió que obstáculo alguno se interpusiera entre ella y el Señor, fue valiente y se esforzó por alcanzar al Maestro, ya que sabía claramente de quien se trataba y en nombre de quien hacía lo que hacía.

Ahora después de esto surgen dos preguntas importantes que debemos respondernos:

1.- ¿Qué sanó a esta mujer, el tocar el manto o su Fe en aquel que portaba la prenda?

Después de ahondar en lo anterior podemos darnos cuenta claramente que en ningún momento su fe estaba puesta en una prenda de vestir ni mucho menos, ella sabía que el Poder que emana de nuestro Señor así como Su Misericordia podrían acabar con su sufrimiento de tantos años, lo único que tenía que hacer era ir tras Él, buscarlo, estar a su lado y postrase ante Él.

“Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.”  (Marcos 5:33 RV1960)

“Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote.(Marcos 5:34 RV1960)


2.- ¿Fue solo sanidad lo que recibió?

Acabamos de observar en Marcos 5:34 lo que Jesús le dice a esa mujer una vez que ella está frente a Él, ahora veamos que dice Mateo y Lucas:

Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.” (Mateo 9:22 RV1960)

“Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz.” (Lucas 8:48 RV1960)

La declaración pública de Jesús acerca de la fe de la mujer y sus resultados se demuestra en el uso de la palabra griega utilizada normalmente en el Nuevo Testamento para referirse a la Salvación del pecado, lo que sugiere también que la fe de la mujer le dio Salvación espiritual.

Este mismo ejemplo lo podemos ver en Lucas 17 en la historia narrada acerca de los diez leprosos que son sanados por Jesús:

“Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.”  (Lucas 17:11-19 RV1960)

En este caso nuevamente la persona que ha tenido fe en el Señor no solo ha recibido sanidad, sino que además ha sido galardonado con la SALVACIÓN, la cual sabemos no es por obras, sino por Fe en Jesús, (Gálatas2:16 / Efesios 2:8-9 / Tito 3:5) la cual es lo más importante y en estos versículos que hemos tocado (como en muchísimos otros) la principal enseñanza no es sobre sanidad, ni sobre telas milagrosas, lo que las Escrituras enseñan en estos párrafos es sobre la FE puesta en nuestro Señor y la Salvación, que solo puede ser por nuestra fe en Jesús.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”  (Juan 14:6 RV1960)

Seamos como estos hermanos que creyeron fielmente en Jesús, pongamos toda nuestra fe solo en Él, busquemos día a día estar más y más cerca de Nuestro Salvador, no nos preocupemos por sanidad corporal (Mateo 6:33), no seamos como los nueve leprosos que una vez sanos se olvidaron de aquel que los sanó y siguieron con sus vidas sin mirar atrás, fueron sanos para vivir en este mundo finito y banal pero enfermos y muertos para vivir por la eternidad, seamos como la mujer de flujo de sangre que sin importar el rechazo, el sufrimiento y el dolor, tenía los ojos puestos en Jesús y toda su fe volcada sobre Él, el único Digno, Santo y Fiel, tratemos de parecernos a estos personajes, pero más allá tratemos de ser como Jesús, nuestro modelo perfecto del Hijo que Dios desea.


Dios les continúe Bendiciendo, Gracia y Paz a sus vidas.

Si deseas conocer más acerca del manto Judío aquí dejo los links:

4 comentarios:

  1. Excelente palabra...Dios cumpla su propósito en tí con estos artículos tan importante...para mi es de mucha bendición,gracias.

    ResponderEliminar
  2. muy buena aprendí un montón, gracias.

    ResponderEliminar
  3. Muy bonita y completa me ayuda a crecer mi fe

    ResponderEliminar
  4. Dios le vendiga, linda refleccion, aprendi mucho,

    ResponderEliminar

¿Por qué la tierra estaba desordenada y vacía?

  La creación En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la fa...