jueves, 2 de octubre de 2014

Estamos obsesionados con los números



Queremos ser populares y para eso muchas veces censuramos lo que debemos decir en nuestra predicación. Pretendemos que todos se lleven bien con nosotros. No queremos ahuyentar a la gente, tememos que se ofendan.

Queremos ganar influencia y liderazgo consintiendo a la gente y no sirviendo en realidad ni predicándoles el verdadero evangelio. Estamos más interesados en números que en las personas.

No debemos comportarnos de esa manera. Cuando lo hacemos, estamos dando el mensaje de que Cristo y Su voluntad no es lo suficientemente valiosa para nosotros y que necesitamos llenar nuestro vacío en nuestras vidas con popularidad.

La Biblia relata en Juan 6:66 que muchas personas dejaron de seguir a Jesús al escuchar las cosas tan honestas que Él decía. En el versículo siguiente, Juan cuenta que Jesús le preguntó lo siguiente a su círculo cercano de discípulos: “¿Queréis acaso iros también vosotros?”

Jesús es lo que es y Su palabra es la que es. Él no va a cambiar por nosotros. Nosotros somos los que necesitamos ser cambiados por Él. Jesús no obligaba a nadie que lo siguiera, pero jamás iba a censurarse a sí mismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Por qué la tierra estaba desordenada y vacía?

  La creación En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la fa...